jueves, marzo 22, 2007

Despertaste

Despertaste en mí una pasión desconocida
y cuando tengo la necesidad de escuchar tus sonidos
callas sin más, arrinconándome en un rincón de tu piel,
esa que cubre mis sentidos.

Un beso asomó a la orilla de mis labios, travieso,
seductor y entonces descubrí la pureza de este amor,
en sueños me entregaba al placer de tenerte fundido
dentro de mi ser, sudoroso, sediento, enloquecido.

Probé tus labios y busqué tus secretos, como savia
que emana palabras brillando en las perlas de tu boca,
quise sembrarme en tu cuerpo y descubrir el origen
completo de la pasión que provoca.

Deja que me hunda en las aguas turbulentas del deseo,
atados en un nudo corporal danzando eternamente en compás,
con mi boca buscaré cada rincón de tu alma estimulada,
susurraré mil palabras cubiertas de picardía en tus oídos.

Me perderé en tu cuello y buscaré en tus pechos
los botones de tus pétalos prendidos,
descansaré en la planicie de tu abdomen y
desearé que el camino que me espera no termine en un instante.

Acariciaré con mis manos tu fortaleza dormida,
abriré la entrada a tu delirio abestiado,
te arroparé con mis caricias y apretaré con mi fuego
tu brasa que me domina.
Se mío para siempre, no mantengas el titubeo,
no me niegues tus caricias, no me dejes en agonía,
te besaré, te abrazaré hasta el final de mis días,
tuyos son mi alma, mi amor, mi cuerpo y mi deseo.

1 comentario:

Dalia dijo...

Amén.